Cuerpo de Poesía. Argumentos de la exposición
Van siempre de la mano, se ven fijamente a los ojos, en ocasiones se ignorarán, otras veces se consuelan, están siempre presentes en los instantes más sensibles, en las tempestades más iracundas.
De esta forma es el cuerpo y la poesía. Elementos -que parecieran ajenos- pero que comparten las letras, las emociones, los espacios en blanco. La página vacía, y la decepción por el amor olvidado. Un cómplice para la poesía es el cuerpo, el aliado para formar argumentos y salir en búsqueda de la vida dormida, y despertarla.
Cuerpo de Poesía se trata de una exposición que amalgama al cuerpo humano, y lo hace verso a través de la poética. Líneas muy bien determinadas para expresar un claro mensaje en algunas ocaciones, una luz en el anonimato del iris ciego en otros versos, para que el lector realice su propia concepción del mismo.
Ante un presente abrumador, desolador, sistemático y perenne, Cuerpo de poesía busca encontrarle un sentido literario a la anatomía humana. Templo de grandes retos, esperanzas, ensoñaciones.
Con la convicción de que por sí mismo el cuerpo humano es poesía, se desa agregar un valor simbólico por medio de la foto, de tal forma que se tengan dos polos: el texto -lo poético, el manejo de las metáforas- y, por otro lado, la fotografía, extremo que ilustra la escena, invita a imaginar un poco más, a adicionarle elementos a la imagen propuesta.
Con un lenguaje claro en imágenes se quiere llegar al público sensible, al interesado en las Bellas Artes, especialmente en la poesía y en fotografía; pero no solo a ellos, es una exhibición para todos los seres, para que se detengan un poco en su andar y escuchen a su cuerpo.
El lenguaje del organismo se ve iluminado con esta presentación, alegorías delineadas, pisadas de voluntad, y un ir y venir de ideas que se verán clarificadas al participar de esta propuesta.
¿Qué más cercano al cuerpo que la poesía para comunicar algo? Tristeza, enojo, resignación, cólera, felicidad, abatimiento, insatisfacción. Una imagen, un verso y la propia interpretación del visitante será el eslabón perfecto para el presente.
Me pierdo en tus aguas, no hay soledad,
Y me envuelves en tus laberintos que no me dejan ver claro,
el día que me das la puñalada con los ojos cerrados.
Tu espuma me debilita, ya no sé quién soy,
si el día es luz, y la noche es cruda.
Eres el Amazonas, me devoras con tus labios,
con tus senos de esqueleto juvenil.
Arrojas tu sensualidad, le das forma de mujer,
y te trepas hasta en los pensamientos más íntimos,
de eso que no hablas. La noche sólo escucha tu verso.
No me puedo ni mover con tus caderas que me desvían la nostalgia,
tus olas me desgarran las manos para salvar mi esquina viviente.
Eres el Amazonas en proporción, me voy a tu centímetro, y me conviertes el metro carnal,
en deseo,
en carne precoz.
Hablas y me ahogas.
No me entiendo.
Eres el Amazonas,
me pierdo en tus vertientes.
El río sigue siendo mi voz cuando te habla.
Ya no puedo más, me has clavado el oxigeno envenenado,
y ya no respiro,
Ahora me encuentro en tu cuerpo, y no sé cómo salir de él.
¡Eres el Amazonas con cara de placer!,
de seducción,
de quiero, y no te puedo dejar
¡Amazonas con cara de mujer!
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